Mielopatía cervical

La médula espinal es la estructura nerviosa que conecta el cerebro con los nervios que llegan a brazos y piernas, sale del cráneo y discurre por dentro de la columna vertebral hasta cerca de la columna lumbar. Es una estructura muy importante en la neurología y el normal funcionamiento del ser humano.

La médula puede verse lesionada de forma súbita por traumatismos, pudiendo causar incluso una paraplejia o tetraplejia, dependiendo del lugar del daño. También puede lesionarse de manera menos súbita, de forma más pausada o crónica. La causa más común de lesión crónica es la artrosis de la columna cervical, y la lesión que genera se llama mielopatía cervical.

La mielopatía es la lesión de la médula por compresión. Al tener poco espacio el aporte de nutrientes y el aporte vascular se ve dificultado, generando un daño dentro de la propia médula, que puede tener implicaciones en su funcionamiento.

El relato del paciente puede hacer sospechar que el funcionamiento de la médula no es el correcto, lo cual suele darse en el contexto en el que la propia exploración nos muestre signos de que hay un daño o irritación medular. Se confirma con Resonancia Magnética, que puede mostrar el grado mayor o menor de compresión y el daño existente en la médula. A veces se asocia a inestabilidad en la columna cervical, que puede necesitar de radiografías en flexión y extensión.

Si el daño en la médula es evidente y genera síntomas preocupantes el tratamiento es hacer espacio a la médula y quitar la compresión mediante cirugía.

Es una intervención muy delicada, en la que se trata una estructura muy sensible, por lo que existen riesgos relacionados con su manipulación. Existen distintas variantes de cirugía, cada una con sus pros y sus contras. Cada lesión en la médula puede requerir un tipo distinto de intervención, las características propias de la lesión y del paciente determinan cuál es la mejor opción.